¿GRATIS? ¡NO, GRACIAS!

El desarrollo e implantación de las nuevas tecnologías, en combinación con el impacto de la crisis económica, ha determinado nuevas formas de demandar y consumir por parte de todos nosotros. De algún modo, ha aumentado la sensibilidad de los consumidores al factor precio y la tecnología nos ha dado la respuesta: parece que todo se puede encontrar más barato. Esta peligrosa cultura de low cost va llegando a todos los sectores y el nuestro no es una excepción.

Salvador Díez LLoris -Presidente del CGCAFE-

Probablemente no damos la suficiente importancia a las consecuencias de lo que supone disponer de juegos, un sistema de mensajería o cualquier otra APP en nuestra propia mano. Tenemos la sensación -equivocada, a mi juicio-, de tener el control y que el riesgo de la publicidad o el uso de nuestros datos es un pago razonable por esos servicios aparentemente gratuitos. En realidad, lo que estamos cediendo es mucho más personal, mucho más importante.

Y, en cambio, existen muchos productos por los que preferimos pagar un precio justo en lugar de ceder el impreciso valor de nuestra intimidad. Y en este entorno los Administradores de Fincas colegiados, ¿dónde nos posicionamos? Creo que todos tenemos claro que nuestro trabajo profesional no puede ser nunca gratuito. Hay una importante diferencia entre lo que es valioso y lo que es costoso y quizás esta sea buena parte del secreto. Debemos lograr que nuestros clientes consideren que nuestro trabajo es valioso para ellos. Si nos perciben solo como un coste, su único objetivo será reducirlo. Siempre encontrarán la forma de reducir ese coste hasta que termine por ser gratuito.

“Creo que todos tenemos claro que nuestro trabajo profesional no puede ser nunca gratuito”

Debemos ser capaces de fidelizar a nuestros clientes y esto se puede hacer de manera objetiva o subjetiva. La primera de las formas es cuantificable y, por lo tanto, comparable con cualquier otro agente del mercado. El elemento más objetivo es el precio, y si ésta es la única referencia, siempre encontrarán alguien que rebaje nuestras condiciones económicas. Debemos huir de este modelo que solo nos conduce a una espiral en la que se produce una reducción de precios y automáticamente una disminución en la calidad de nuestros servicios generando un ciclo del que será muy difícil salir.

Desde mi punto de vista, insisto, la alternativa es ser más valiosos. Para ello, hay que buscar elementos diferenciadores: servicios exclusivos, formas distintas de contactar con los clientes o trasparencia. La Marca, por ejemplo, ayuda a distinguirnos. Y me refiero tanta a la marca personal como la de nuestro colectivo. Por este motivo, desde el Consejo insistimos en la necesidad de usar nuestra Marca Corporativa como un elemento diferenciador de suma importancia.

“Lo cierto es que somos muchos los que tenemos la sensación de que, también en nuestro sector, estamos a punto de enfrentarnos a esta realidad de ofertas a coste cero”

Lo cierto es que somos muchos los que tenemos la sensación de que, también en nuestro sector, estamos a punto de enfrentarnos a esta realidad de ofertas a coste cero. En nuestro caso, no concibo que se pueda trabajar sin cobrar unos honorarios y que sean conocidos por los clientes. Resulta evidente, en este caso, por dónde se puede obtener rendimientos de nuestros clientes. Esta posibilidad de “honorarios cero” me recuerda la frase de Facundo Cabral: “el hombre acaricia al caballo para montarlo”. Además, esta forma de trabajo choca frontalmente con las más elementales normas deontológicas, y quiénes se decanten por esta opción pondrán en riesgo su credibilidad. Tarde o temprano se enfrentarán a decidir entre defender a sus clientes o a un proveedor y quedará en mal lugar con uno de los dos -o con ambos-.

Es labor, de todos nosotros, poner de manifiesto, ante nuestros compañeros, nuestros clientes y el conjunto de la sociedad, el riesgo que supone la administración de fincas a coste cero. Debemos explicar, claramente, que la única forma de garantizar un servicio eficaz y trasparente en nuestro sector es pagar unos honorarios adecuados a los Administradores de Fincas colegiados.